En el artículo anterior explicamos qué tipo de suelos son las losetas y láminas flexibles, características y consejos sobre donde colocarlas. En este artículo vamos a explicar las características de cada material.
El corcho es un material que, por su origen natural, proporciona un acabado y unas tonalidades muy cálidas. Este material se extrae de la corteza del Alcornoque, se granula, se prensa con aglutinantes como resinas y, por último, se hornea.
Su gran flexibilidad lo hace muy adecuado para espacios como cuartos de los niños. Las losetas constituyen el formato estándar y, cuanto más gruesas sean, más resistente será el pavimento.
Otras propiedades del corcho son su comportamiento acústico como aislante y su capacidad para conservar el calor. Uno de los inconvenientes es que es poco resistente y se estropea con facilidad en espacios de mucho tráfico.
El corcho compuesto es más resistente y duradero. Consiste en una capa de corcho sellado, con una base de vinilo y un acabado de corcho sellado con vinilo transparente.
El linóleo, también de origen natural, tiene, además, muchas de las ventajas de los productos sintéticos y se encuentra en multitud de diseños y colores.
Su uso en hospitales ha hecho que durante muchos años no se utilizara en las viviendas, pero gracias a sus ventajas, actualmente se está revalorizando.
Se fabrica mediante la oxidación del aceite de linaza, al que se añade resina de pino, polvo de corcho, harina de madera y piedra caliza en polvo. Esta mezcla de materiales le proporciona flexibilidad, capacidad aislante, la dureza de la piedra y la calidez de la madera.
Es un material antibacteriano, lo que lo hace muy adecuado para espacios que requieran condiciones higiénicas. Existen técnicas de corte que permiten crear diseños y dibujos complejos, de gran calidad en el detalle.
Lo encontramos en multitud de colores y diseños.
El caucho comparte muchas de las ventajas del linóleo. Se ofrece también en una gran gama de colores. Es flexible, impermeable, resistente, cálido, silencioso y resistente al fuego.
Se emplea con mayor frecuencia en zonas de servicio, como cocinas y baños. Se presenta en forma de baldosas, en rollos anchos y baldosas para escaleras.
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